jueves, 28 de noviembre de 2013

Why?

Hace mucho tiempo que no escribo, hace mucho tiempo que no expreso con palabras lo que realmente siento. Pero ahora tengo la necesidad de hacerlo.

Hace unas semanas, con mis compañeros de grupo de baile de La Casona, realizamos una especie de “terapia de grupo” acerca de cómo nos sentimos cuando nos eligen y cuando no. En esa charla, cuando me tocó hablar se me quebró la voz. De alguna u otra manera, a pesar de este pequeño gran inconveniente pude “descargarme” entre llantos y palabras. Tristeza, alegría y alivio se mezclaban en ese preciso instante aunque las lágrimas se apiadaban de mí.

¿Y por qué me remito a esto antes de ser más directo? Porque es así como me sentí este fin de semana: ELEGIDO. Elegido para nuevos proyectos que se vienen para el próximo año, elegido por ella.
Trato de descifrar de la forma más sencilla posible el “por qué” llegó ahora. Justo en uno de mis mejores momentos de mi vida, de mayor madurez (eso creo). Siempre digo que cuando culmine este 2013 será el año de mayor aprendizaje por todo lo que me tocó vivir, más malo que bueno, pero enseñanza al fin. Perdón, me fui de tema, quería hablar de ella.


No sé que pasó en las últimas semanas. Lo nuestro ocurrió tan rápido que se asemeja a lo “raro”. Debo decir que me fascina su sentido del humor, su sonrisa me puede. Ni hablar de su belleza que irradia cada vez que la miro. Lo “raro” para mí en todo esto, es que hace casi 5 meses que rechazo cualquier posibilidad de conocer a alguien, de mostrarme tal cual soy. Eso me da miedo. Pero con ella no. Escribo pero no puedo comprender ese “por qué”. Espero que el 2013 me pueda responder esa pregunta y pueda cerrar con alegría el año entre tantas y tantas tristezas.

martes, 27 de noviembre de 2012

Carta de un ángel a Dieguito

LA VIEJA

La vieja. Sí, tu madre. Ese ser tan preciado que te da la vida y por nada del mundo la vas a dejar de amar. Esa persona que sufrió y lloró el día de tu nacimiento cuando eras un simple inconsciente de la vida.
Aquella, que cuando ibas al colegio se preocupaba para que seas el más prolijo del grado. Bien peinado, con raya de izquierda a derecha, pantalón gris, camisa y delantal blancos, obviamente planchados por ella.
Y vos, que aunque te dijeran que no jugaras a la pelota en la escuela, ibas y lo hacías. Luego, todo sucio, volvías a casa con todas las rodillas del pantalón gastadas, y agachabas la cabeza esperando el mínimo castigo. Sin embargo, ella no se enojaba, simplemente te retaba para que no lo hagas más, porque después iba, con esa paciencia que la caracterizaba, y te compraba un parche y lo cocía en el pantalón para que nunca más te raspes las rodillas jugando.
Aquella que te acompañaba a  todos los actos del colegio y se acercaba al fotógrafo, ese señor humilde que se ganaba la vida con una simple fotografía (mentira, era un ladrón), y te señalaba, indicándole “Ese es mi hijo!!”, porque a ella la hacía feliz un recuerdo tuyo.
La que te bañaba, la que te cambiaba para los cumpleaños, te llevaba y luego te buscaba. La que de pequeño te ponía las medias, los botines y te mandaba a los entrenamientos como así también muchas veces te acompañó. Los días de partido, aunque vos no querías que vaya porque te daba vergüenza cuando te gritaba, iba igual. Y vos sin darte cuenta, le dedicabas el gol y le agradecías profundamente por haber estado ahí, por haberse encontrado el día que vos le dabas un pase a la red.
Aquella que te daba plata a escondidas de tu padre, y la que te apañaba en los momentos más difíciles de la escuela, aunque vos le hubieras fallado una y mil veces.
Esa que te “bancó” y te “bancará” todos los días de tu vida, a pesar de que te equivoques millones de veces y trates en esta nota de agradecerle, de manera miserable, todo lo que hizo por vos, porque sería imposible devolverle de alguna forma tamaño esfuerzo.
Porque ella sabe todo, sabe cuando estás bien o mal, triste o contento, confundido o no, y está siempre cuando uno la necesita.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

VIAJERO (por Pablo Dumit)

no vengo de la cruz del sur
ni conozco el nombre
de alguna calle de turquía
/no tomé café
en las mesitas de montparnasse
/no mezclé en mi silencio /con el dedo
las cobardías del amor
...sólo que tus piernas

me gustaban más por las mañanas
con ese sol que las miraba desde el este
con una autoridad muy peculiar
/yo las miraba también
/ningún camino conducía a roma
en aquellos días
/pero tus piernas
me resultaban parecidas al viejo continente
/no sé por qué
/si por sus maravillas imponentes
o por sus rodillas repletas de ingleses
tomando el té
o sus tobillos impecables
como la noche de parís/
no estoy seguro de lo que digo
/pero lo que conozco del mundo
lo conozco por tus piernas mundiales
y tu rostro /tan conocido
/en los pasillos
de acceso a la verdad

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL HOMBRE QUE CRUZO LA LINEA (de Mariano Fuentes)

Todo hombre, alguna vez , habra caido en esa zona, ese calvario entre la nada y la eternidad que se hace conocer como "friendzone" para los mas internacionales, o zona del amigo para otros tantos mas mundanos.Esta ciudad, del solitario y el olvidado por los dioses del amor, tiene una materialidad muy palpable aunque su ubicacion real sea debatida por lunaticos y obsesivos.

Pero hubo un hombre, una pobre alma que logro sobrepasar este limite, y llevar la apuesta a los confines mas oscuros del trajin amoroso, del fracaso de perder a esa mujer que añora, para acompañarla cuando va de compras o insultar al novio que se porto mal. La leyenda cuenta y habla mucho de este muchacho en el libro de los amores frustrados, de este hombre desgraciado que por tanto esperar cruzo la desertica zona de la amistad, para llegar al final del camino. 

Y claro, espero tanto, que eventualmente se convirtio en su hermano.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Momentos de la vida

Un pobre empleado se acerca a la oficina del jefe y le dice: 
- "Disculpe señor gerente.... pero hace seis meses que no cobro..." 
- "Está disculpado, García."

lunes, 15 de octubre de 2012

Hay ciertas Personas que tendrían que haber aparecido antes



Este podía ser uno de mis escritos más extensos, sin embargo, voy a tratar de apelar a la brevedad y retratar en unas cuantas palabras lo que viví esta última semana.
 Lloré bastante, reí, me enojé, bailé, me decepcioné, pero… me enamoré??.
No sé si es exactamente eso lo que me sucedió, creo que estoy exagerando un poquito y ese acto de enamorarse es muy complejo. Pero apareció una chica, en uno de mis peores momentos de mi vida y me llenó el alma de alegría. Si ella supiera todo lo que me jugué por una mujer y me terminé entristeciendo de una manera gigantezca, dejando escapar de mis ojos miles y miles de gotitas saladas para dejar así un charco de desilusión, va a poder comprender por qué la busco, por qué la miro, por qué la pienso.

Porque demás está decir que es una bella mujer, sí, una Mujer. Me encanta su personalidad y la forma en que me dice las cosas. Su sonrisa me puede, me derrite y más cuando es esa sonrisa nerviosa de cuando yo le digo algo y la mueve por dentro. O cuando le pido, le ruego que  me mire con esos  redondos y cautivantes ojos marrones y no me puede sostener la mirada, atinando sólo a observar mi boca.

Se preguntarán por qué hablo de ella, y no de otra. Porque tuve una semana catastrófica y con su presencia, palabras y mensajes hizo que cambiara por completo mi estado de ánimo, dándole un giro de 180°. Ella me pudo sacar una sonrisa cuando yo pensaba que era prácticamente imposible.

No sé cómo seguirá esto de ahora en adelante, soy un hombre, un chico para otros, que trata de conseguir lo que quiere y casi siempre lo logra. Me tocó vivir muchas cosas importantes en este último par de años y por ahí lo sufrí, por lo tanto, tengo en claro que ahora no quiero quedarme con el famoso y popular “qué hubiera pasado”..

BY DIEGUITO.

martes, 9 de octubre de 2012

Del cuento "En Paz Descansa" (Eduardo Sacheri)

"... Y cuando uno recuerda es porque 
ya no tiene aquello que recuerda.
No hay certificado de defunción más
preciso que ese"...

miércoles, 3 de octubre de 2012

“… No me desampares ni de noche ni de día…”



El cansancio corre por mis venas, muchas cosas pasan por mi mente, sin embargo, mi mano sigue firme y se mueve, y es por eso que escribo a continuación.
Para los que no me conocen, escribo en momentos tristes, momentos en donde quiero escupir todo lo que siento y pienso. Pero esta vez, se trata del otro extremo, del de la Felicidad.
Pasaron cosas muy terribles y duras en este último mes, que creo no hace falta nombrarlas y otras increíbles y preciosas que son las que me inspiran en cada palabra, en cada letra.
Más bien, son personas las que se metieron en mi corazón. Por un lado, mis amigos, que a pesar de que yo pensaba que eran muchos y la verdad que son pocos, y más allá de que son la minoría, en sentido cuantitativo, desde el punto de vista cualitativo son muchos e increíbles.
Pero hay una persona en particular que es la que repercute cada milésima de segundo en mi cabeza, la que me inspira en todo lo que hago para mí, para nuestro futuro.
Conocí una persona, mejor dicho, una “gran persona”. Sería cruel de mi parte hasta mezquino diría yo, si le pusiera algún adjetivo calificativo a su figura. Tampoco quiero ser demagogo pero la verdad que no puedo. Quisiera ser justo y medir a todas las mujeres con las misma vara pero con ella no puedo, lamentablemente no.
Ahora de a poquito empiezo a comprender las metáforas que te mencionan de chiquito, la de las “maripositas” en la panza, la de “mover” el piso, y la verdad que no puedo negarlo.
Es como si hubiera ingresado al Google y colocara cada una de las características que me gustan de una mujer, entre comillas y separadas por un signo más, y luego hiciera un click en la pestaña “imágenes” y una foto suya se abriera en mi monitor. Porque un día “cayó” de la nada, tampoco quiero exagerar ni pensar que es un “ángel” aunque creo yo que no estaría tan errado.
Lo peor de todo, mejor dicho, lo mejor de todo, es que no le encuentro un defecto notorio. Algunos dirán la Timidez, pero para mí no, porque se complementa conmigo y nos une más y más.
Me gusta ir despacio, conocerla, aunque yo ya sé que es la mujer que siempre esperé.
Llevo poco más de media hora escribiendo todas estas palabras, y analizándolas cada una. Como dije anteriormente no quiero ser reiterativo, sólo quiero gritar Te Kiero y Gracias a mi ángel que cayó del cielo.

By Dieguito

jueves, 27 de septiembre de 2012

ESCALA DE GRISES



El día empezó gris. Calculo que se inició de esta manera, porque ya era de noche y se podían observar las nubes que se posaban por encima de mi cabeza. Va a llover, pensé; pero esto no era lo que me quería mostrar el cielo, hasta ese instante no lo había percatado y disfruté de la noche como tal.
Bailé con ella. Reiteradamente quedé inmortalizado por su belleza que emana en cada giro. Lo bello de su rostro, el brillo de su pelo y esos labios que cada vez que los veo me llevan a la tentación. Y yo seguí con mi juego. Aplicando una y otra vez mi simpatía y mi humor para conquistarla; porque sé que mis virtudes a ella le gustan y, de esta manera, quedarme cautivado por su sonrisa de princesa nuevamente.
Pero entre risas y risas, una noticia se me incrustó como un puñal directo al corazón, y ese castillo de naipes que había construido hasta ese momento se derrumbó de un simple soplido.
Me di cuenta de que la perdí, y creo que para siempre, aunque ella me prometa que en un tiempo va a regresar. La estuve esperando 19 años. En ese preciso instante fue que comenzó MI día gris. Ese color triste, que detesto profundamente y es el fiel reflejo de mi amargura.
Regresé a casa. Mi corazón no paraba de latir. Mi cabeza no paraba de pensar. Sinceramente, sentía como si una lluvia de piedras hubiera caído en mi cuerpo impidiéndome reacción alguna.
La cama estaba más incómoda que antes, a lo mejor estaba igual pero yo la sentía distinta, vacía. Di, 4283 vueltas sobre el colchón sin dejar de pensar y pensar ni medio segundo, remitiéndose a mi cabeza cada uno de los momentos que pasé con ella y recordando cada una de las palabras que salieron de su boca para dejarme sin vida otra vez. No sé cómo lo hice, pero luego de unas horas logré dormirme.
Después de un rato largo desperté, y tal como lo había previsto el día estaba recontra gris y para colmo, llovía.
Me levanté no de muy buen humor, no descansé bien por el sólo hecho de preocuparme en el común denominador que se denomina “ella”. Pude contemplar a través del postigo de mi habitación el feroz golpe de las gotas que resonaban en las chapas de la casa, como así también el violento choque de las mismas contra la superficie. Como una especie de bronca, de dolor, de sufrimiento; indicándome que ese no era mi día.
También observé el movimiento de las hojas de los árboles a causa del viento, con un desliz de izquierda a derecha y viceversa, como enseñándome un “No” enorme, de que me había equivocado otra vez, y las nubes presentes como de costumbre revelándome de que no hay vuelta atrás.
Luego de unos minutos de contemplación, mis ojos lograron empañarse de unas gotas saladas. Con un gesto inconsciente, los limpié para mirar de nuevo.
El día terminó gris, tal como se preveía. Ella se aleja. Yo me quedo solo de nuevo. La amo en silencio.

BY DIEGUITO